AUDIO: “Justicia para personas como nosotros no hay”: esposa de ciclista embestido
“Soy cristiana, y no puedo desearle mal a nadie”, lamentó Roberta Cano, viuda de Marcelino Corral
MESA DE REDACCIÓN
Parra.- De súbito, una familia perdió a su figura paternal, llenó de tristeza una humilde casa de madera y láminas, y evidenció el nulo actuar e incompetencia de ciertos actores, quienes hoy por hoy consideran que el pago de una simple multa, es suficiente para cubrir lo que consideraron el precio adecuado de la vida de un ser humano.
Así lo narra en medio del dolor Roberta Cano, esposa de Marcelino Corral de 39 años, quien el pasado fin de semana falleciera luego de ser atropellado por un conductor ebrio. “Es algo cruel, no era un animalito, era mi esposo; una persona con muchos valores. “Soy cristiana, y no puedo desearle mal a nadie”, lamentó.
Sacando fuerzas desde lo más profundo de su alma, la viuda manifestó que agentes de tránsito no se han acercado, que a ellos no les interesa y son sus obligaciones hacer su trabajo pero no lo hacen, y sentenció que justicia para las personas como ellas nunca, nunca hay.
Describió los hechos como algo cruel que ellos no toman en carne propia, que se sienten en un nivel arriba y que pueden hacer lo que quieran, y a la persona que lo atropelló le pidió reflexionar, señalando ser cristiana y por ello no puede desearle mal a nadie.
¿Qué sigue para mi familia? La verdad, no sé; apenas estaba hablando con mi hijo y le estaba diciendo, quiero respirar profundamente porque todo ha sido dolor, dolor, dolor. Yo sé que la vida continúa y quizá mañana me levante.
Roberta recuerda a su esposo como una persona de muy pocas palabras, pero de mucha fe; ahora, además del dolor quedan los gastos y la falta de sustento para la familia, integrada por una hija discapacitada, un varón y un bebé recién nacido, quienes tuvieron la desdicha de perder a su ser querido, por la irresponsabilidad de un ebrio que de momento, se encuentra en libertad.