Militares los ‘desaparecieron’ hace diez años, restos óseos podrían dar pistas del caso
La noche del 29 de diciembre de 2009, en el Ejido Benito Juárez del municipio de Buenaventura, un grupo de militares se llevó en contra de su voluntad a los primos Nitza Paola Alvarado Espinoza, José Ángel Alvarado y Rocío Irene Alvarado Reyes y hasta la fecha se desconoce su paradero.
Sin embargo ayer diversos fragmentos óseos, entre ellos huesos de costilla, fémur y huesos largos, fueron localizados en el municipio de Cuauhtémoc y enviados al área del servicio forense para determinar si corresponden a alguno de los desparecidos, según un comunicado enviado por la Fiscalía.
Nitza, José y Rocío, desparecieron en medio de la llamada “Guerra contra el narcotráfico” que privilegió la participación del Ejército, en las tareas de seguridad.
Desde su desaparición familiares han luchado para conocer qué sucedió con ellos y exigir justicia, por lo que el caso llegó a la Corte Internacional de Derechos Humanos que en noviembre 2018, reconoció la responsabilidad del Ejército Mexicano en la desaparición de los tres primos y las fallas del Estado al realizar una investigación inadecuada.
Esa sentencia llevó a la Comisión Estatal de Búsqueda a realizar, a casi 10 años de distancia un operativo en el Ejido 6 de enero del municipio de Cuauhtémoc, en el que participaron peritos, antropólogos, agentes federales y de criminalista, y que derivó en el hallazgo de diversos fragmentos óseos en un punto cercano al cauce de un arroyo.
Adicionalmente, se realizaron dos excavaciones de sondeo que fueron analizados por un elemento canino descartando la presencia de inhumaciones clandestinas en el área.
Serán los estudios y análisis de genética quienes determinen si los restos guardan relación con los desparecidos.
Con información de: eldiariodechihuahua.com